Cualquier aventura sería fácil, eso era lo que me decía, pero llegó un momento que lo nuevo nubló mi mirada y la lluvia caía estruendosamente sobre mi espalda -no literalmente- pero la luz parecía ya no estar ahí... me sentía sola y asustada, aturdida por todo y por todos, nunca pensé que las cosas cambarían (muchos saben que no soy tan buena con las nuevas amistades) y llegó un día, ese día en que hasta el sol brillaba y la alegría parecía quedarse en verdad. Los conocí a ustedes y parece que desde entonces no dejo de sonreír; cada broma, cada apodo, cada amistad, parece que ya quedó grabada en mi corazón y pueda que las cosas cambien, y en verdad no importa, porque sé que en poco tiempo una gran cadena de amistad se ha formado y no importa lo que piensen o lo que digan, con toda nuestra locura nos queremos y punto. Sin cada uno de nosotros pareciera que no fuéramos los mismos y pasa que me he encariñado de un grupo de especiales, excéntricas y encantadoras personas que se robaron mi corazón y cada día se roban mi amistad más y más, con una alegría que quiero que sea infinita.

No están todos, pero esto es para todos ustedes mis queridos pepinillos  <3