Como son las cosas del mundo. Un día estás aquí disfrutando y al siguiente todo cambia, pero la vida ahí sigue... alegrándote o molestándote, abriendo puertas en tu camino o cerrando otras cuantas más un tanto innecesarias. Después de mis diecinueve pequeños años de vida he logrado comprender que todas las cosas tienen su razón de ser, aunque debo admitir que hay otras que nunca las lograré comprender; y he ahí el misterio que hace que esto que vivimos sea bello. El simple misterio del mañana, y pasa que a veces no ves los detalles, te quedas estancado en tus pensamientos y dejas que estos te eviten nutrir tu alma con esas pequeñas cosas: los pequeños momentos de locuras de tus amigos, las carcajadas que después de un rato pierden su sentido pero el gozo es mayor que la razón y el sentido... y es ahí cuando caes que ya tienes 19 años -ya vas de camino a los 20 en realidad- y has pasado por la vida con los ojos cerrados, encerrada en tu burbuja, privándote de los pequeños detalles y de las buenas amistades, de la sinceridad que sólo un extraño te puede regalar, de los secretos guardados, de los días soleados con lluvia, del cielo, del mar, del panorama intelectual. 

Tu vista ha sido nublada y de repente te has perdido. Es ahí cuando decides ponerte los calzones de la confianza y salir de tu "mundo", abres esa burbuja, decides cambiar tus paradigmas   y reencontrarte. Descubres tus dones y tus pequeñas imperfecciones que la vida cotidiana te dio y que te hacen tu. 

i n f i n i t o s.