Una buena taza de café calma cualquier tristeza
te rodeas de sentimientos de poeta y de escritora
es como si te curas con un poco de café y
ya no ves más sus ojos;
él con su calidez innata y
aquella tranquilidad que una taza de café te puede dar,
él con su sonrisa que se convierte en poesía
cada vez que sonríe coquetamente o sin querer;
él era como una taza de café
tranquilizaba hasta el más duro de mis pensamientos
era misterioso y comprensivo,
él y sus ojos cafés sin sentido
calmaban mi alma y como un café
hacía de mi adicción una habitud.
Él hacía un laberinto en mi corazón.
0 Felicidad(es)